A veces creemos que las soluciones a nuestros problemas o las experiencias que la vida nos trae provienen desde afuera, y no consideramos que el tesoro de nuestra existencia está en nuestro interior, acompañándonos día tras día sin ser visto. 

Tal vez sea interesante reflexionar si con el hecho de ceder la responsabilidad de nuestra vida a otros, lo único que realmente estamos haciendo es separarnos más de nuestra propia participación en el universo y de lo que nuestra alma elige como experiencias en esta vida.  Quizás también sea pertinente revisar si el ceder nuestro poder y culpar a otros de nuestra mala suerte, desdicha o enfermedad, nos da un verdadero descanso, o solamente nos mantiene más alejados del bienestar. 

¿Por qué no vemos nuestra sublime grandeza?  El camino es hacia adentro de uno mismo, es aceptar sin resistencia ni juicios lo que estamos viviendo, conectarnos con todo aquello que sentimos, movernos sabiendo que somos protagonistas de nuestras vidas y que la vida nos apoya incondicionalmente.  

Vale la pena confiar en que aquello que queremos sanar será resuelto por la naturaleza mientras más amamos lo que somos y permanecemos en un estado de relajación.  Mientras más nos conectamos con nosotros mismos, estamos más presentes y aumentamos nuestra inteligencia respecto a lo que nos favorece.  De esta manera, la vida nos puede regalar las sincronías que necesitamos para continuar avanzando en nuestra Verdad y Consciencia.

Life Surrender es un espacio de medicina complementaria creado para apoyarte en la tarea de reconocer tu propia naturaleza, con terapias no invasivas que buscan acceder a tu sabiduría innata para que comiences naturalmente a moverte hacia los cambios que tú necesitas. La vida en sí misma es un constante cambio y una transformación.  Recuperar tu equilibrio y estar en salud facilita que tu alma esté sintonizada con los movimientos de la naturaleza y se libere la expansión de tu propia fragancia en el mundo.

¿Qué es sanación? Es tener liberada nuestra fuerza creativa que simplemente es nuestra naturaleza, nuestra conexión divina. Cada respiración consciente en el centro de nuestro Ser nos ayuda y vitaliza a nuestro cuerpo como vehículo de expresión para este momento.  En la práctica, esto significa bajar nuestra energía desde la cabeza, enfocando la respiración en la zona baja del abdomen, lo que reduce los pensamientos, otorga claridad y un mayor cultivo de nuestra energía vital.  Puedes notar que es así como respiran los niños.

¿Qué tan simple es estar sano? Si para ti es posible dejar de creerle por un momento a tu propia mente, permitirte sentir y abrirte a la posibilidad de disfrutar con gratitud de lo que sea que te muestre la vida, esto es dar un paso adelante.  Meditar es ser un testigo de tu vida y es el puente para tu viaje interior de conexión.  Desde ahí comenzará tu propia revolución, naturalmente vendrá lo que es luminoso para ti, como una mejor alimentación, un ejercicio adecuado para tu cuerpo o lo que sea que requieras, de una manera equilibrada.  Todo a un ritmo único e irrepetible.

A través de la Meditación, de variadas técnicas Bioenergéticas Orientales, del novedoso Sistema de Color Aura-Soma y de la técnica neurocientífica AONC, en Life Surrender nos entregamos para hacer posible  que cuides tu cuerpo de luz y disfrutes de tu vida.  Tratamos con amor, respeto y empatía desequilibrios provocados por el estrés, y te ayudamos para que por ti mismo sanes afecciones profundas tales como angustias, irritabilidad, dolores crónicos, tristeza, insomnio, ansiedad, cansancio, fatiga crónica, falta de motivación, falta de alegría, falta de concentración, cansancio mental, entre otras situaciones que pueden estar saboteando la realización de tu vida.

Considera aprender a cuidar tu energía y tu espacio porque son sagrados, busca lo simple y lo nuevo, en concordancia con el bienestar del planeta y de todos los seres que habitan en él, hazlo con la alegría del fuego interno de tu propia transformación, y esto sin duda te conducirá a estar en armonía con lo natural. 

Con amor y luz, Mónica.